Romanización de la Península Ibérica

noviembre 03, 2018

Ruinas de Itálica, en Santiponce. Sevilla

Llamamos romanización al proceso histórico por el cual la población indígena asimila los modos de vida y aspectos de la civilización romana en diversos ámbitos. Fue un proceso no uniforme ni en el tiempo ni en el espacio.

Roma renombro a la Península Ibérica como Hispania dividiéndola en las provincias de Cilterior y Ulterior. Posteriormente Augusto volvió a dividir Hispania, esta vez en tres provincias que son
la Bética (Córdoba), Tarraconensis (Tarraco)  y Lusitania (Emérita Augusta) y finalmente Diocleciano mantuvo las provincias de Augusto y añadió las siguientes: Carthaginesis, Gallaecia y Baleárica.


División de Hispania a lo largo del Imperio Romano.

Durante este periodo, la formación de latifundios y la propiedad privada de la tierra supuso la introducción de nuevas técnicas como el barbecho, el regadío o la utilización de animales de tiro. La artesanía y el comercio tenían un intenso desarrollo y se generalizó el sistema monetario romano.

Implantaron la organización social romana que se caracterizó por la desigualdad jurídica entre hombres libres y esclavos y por la integración de las élites indígenas en un sistema familiar patriarcal, así como la difusión de su religión, cultura y costumbres.

Las ciudades se convirtieron en el centro de poderes de Hispania con una excelente red de comunicaciones entre ellas. Se construyeron edificios como teatros o foros los cuales todavía existen. La presencia romana dejó elementos culturales como el latín, el derecho romano, restos artísticos como el teatro de Caesarugusta y el Cristianismo que paso de ser una religión perseguida a la oficial del Imperio Romano.


Teatro romano de Cesarugusta.

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.