Mudéjares y Moriscos

Seo de Zaragoza

El término mudéjar hace referencia a los musulmanes sometidos a los poderes cristianos tras el avance de éstos sobre el territorio de Al-Ándalus. Se trata de un concepto ligado a la expansión territorial de los Reinos cristianos peninsulares y la existencia de territorios que presentaban una fuerte permanencia de población musulmana. La situación de estos mudéjares evolucionó desde una tolerancia inicial manifestada en la conservación de su religión, cultura y costumbres en barrios segregados (morerías) o ciudades bajo protección real, aunque con limitaciones como cargas fiscales específicas y escasas posibilidades de ascenso social, a un empeoramiento de su convivencia con los cristianos que provocará las primeras revueltas en el siglo XIII.


 Una de las principales medidas dentro de las tendencias unificadoras de la monarquía autoritaria a partir de los Reyes Católicos será la ansiada unificación religiosa. Es en este contexto donde debemos situar los decretos de 1502 y 1525 que obligaron a la conversión forzosa de los mudéjares al cristianismo, pasando a ser denominados “moriscos” o “cristianos nuevos”. El rechazo a estas conversiones y al empeoramiento de su situación no impedirán que la Monarquía, bajo el reinado de Felipe III, decida finalmente la expulsión total de los moriscos (1609-1614) bajo diferentes tipos de sospechas y acusaciones, una medida que supondrá un impacto socieconómico considerable en territorios de la Corona de Aragón.


 Estas poblaciones mudéjares, a través de sus maestros albañiles, nos han dejado un legado cultural único como es el arte mudéjar de construcciones arquitectónicas como las torres de Teruel.

Torres de Teruel.